Subida nocturna a la hermita de Sant Ramón, con Esteban, Carmina, Loli, Manolito y María, un recorrido de 9km a pie que sin duda valió la pena, tendremos que repetir.
Hasta el infinito y más allá es donde me llega la cabezonería y es que cuando me propongo algo no paro hasta conseguirlo.
Sin apenas entreno, me propuse hacer una media maratón, la terminé, sin parar, después de 2h30 y por delante de la ambulancia. Pero lo conseguí!! Ha sido de las mayores satisfacciones que he sentido nunca. Después de ese día supe que pasito a pasito se consiguen los retos. Hay que seguir superándose!
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